Estamos a cuatro días de la celebración del III Encuentro y como me ocurre siempre que se acerca este día siento un cierto cosquilleo en el estómago, pero tengo que confesaros que en este caso aún más. Los motivos son varios: siento una mayor responsabilidad como director del evento porque en ninguna edición anterior se había suscitado tanto interés por el mismo, a fecha de hoy, cuando escribo esto, martes 22, a primera hora de la mañana, el número de inscritos supera los 110, en ediciones pasadas a esta misma fecha había unos 50. Está claro que tras la celebración de los dos primeros comenzamos a consolidar el evento, lo que era unos de los objetivos que me marqué cuando inicié esta andadura.
Otro de los motivos es el tema que vamos a tratar, ya el título del Encuentro, es impactante para mi: “ El poder de la motivación”. Habéis pensado que sería de nuestras empresas sin este componente tan necesario para llevar a buen fin la misión que cada uno nos hayamos marcado? Y en nuestra vida?… Os invito a reflexionar antes del sábado sobre que supone la motivación en cada uno de vosotros. Acabo de leer un párrafo del libro de Enrique de Mora, al que tendremos con nosotros el sábado, sobre una definición sobre el éxito y la felicidad, de un filósofo americano llamado Ralph Waldo Emerson, que dice así: El éxito consiste en obtener lo que se desea, y la felicidad en disfrutar de lo que se obtiene”. Acertada ¿no? Si pensáis en la motivación veréis qué importancia tiene en la obtención del éxito y por ende la felicidad. Por eso creo que el sábado será un día interesantísimo para reflexionar. A Enrique tuve la suerte de escucharlo en Madrid, por eso sé que apuesto “a caballo ganador”.
Los ponentes que vamos a tener con nosotros son otro de los componentes dentro del evento que me hacen tener más interés. A Marta Romo la intentamos traer, junto a su amiga y compañera de trabajo, Pilar Jericó, para que nos dieran una conferencia conjunta, en el primer encuentro, las circunstancias económicas no lo permitieron; así que para mí era como una deuda personal hacia ella. Este año por fin, voy a saldarla. Y tengo la certeza que con éxito asegurado. Su libro “La mujer líder”, que tengo cosido, de post-it, de tantas afirmaciones, anécdotas y reflexiones que me parecen interesantes, es de obligada lectura para mujeres y hombres, porque es un libro para mujeres que quieran mejorar y reflexionar sobre su liderazgo en la vida, y para hombres que quieran conocer mejor a la mujer, y que quieran incorporar a su persona aspectos de las mujeres que tanta falta nos hacen, más en el mundo de la empresa, que sigue siendo por desgracia un mundo de hombres.
Por último Raquel González, creo que una apuesta personal segura, tuve la suerte de encontrarme a su pareja, Pablo, en mi camino, y él me llevo a ella. Como decimos por estos lares: “Dios los cría y ellos se juntan”. Pareja de talento, encanto, sensibilidad, comprensión y…, bueno se nota en exceso que son amigos. Ahora bien la amistad no me ciega, y si invité a Raquel, después de que fuese y es la responsable de organización del evento, junto con Pablo, es porque creo en ella, y tengo la certeza de su éxito personal. Ya hemos tenido la suerte de disfrutar con alguna de sus conferencias organizadas por nuestra empresa, que por supuesto fueron un éxito.
Será una pena, para los que no podáis asistir al III Encuentro, pero no os deprimáis porque va a ser retransmitido en directo, a través de internet, así que lo podréis seguir, o verlo en diferido con posterioridad.
Habéis notado lo motivado que estoy…¿no?
Os invito desde aquí a asistir, a invertir unas cuantas horas en formación y en diversión, seguro que lo vais a agradecer. ¡Ah! Y antes del almuerzo para el que tenga a bien ir, una cata de vinos gratis, que nos ofrece el restaurante Venta del Pobre. Y si a alguien le quedan ganas, por la noche actuación gratuita en la Cafetería de la Venta del Pobre, de “Son de Mar”, grupito de música marchosa. Alguien da más.
Y por último para reflexionar, una píldora de sabiduría, dice Paolo Coelho: “Como no sé qué sucederá mañana, jamás dejo lo mejor para después”.
José Luis Mellado Vergel